Disminuidos vientos me impiden llegar a ti como un suspiro, dejar caer sobre sobre tus ojos el halo de mi alma enamorada.
Tal vez la distancia es tan lejana, tan llena de acento, que todo se cierra de nubes sin viento para
que no sientas mi hondo suspiro.
¡Todo está en calma!
Y la quietud nos adormece el idilio que tanto fue negado, ese que quisimos sembrar como una rosa para que abriera al viento sus alas de esperanza en una lluvia tenue, humedeciendo nuestras almas.
No hay viento que transporte el eco que deja el pensamiento, que te lleve el aroma, que deje sobre tu piel mi último suspiro.
No comments:
Post a Comment