Wednesday, October 10, 2012

Recapitulación


Sirva esta bandera para rendir mi abrazo. Comprenda usted, señora, que si en los últimos cinco años ni le activé un solo sueño, ni prendí ningún fuego, fue solo por respeto a sus nuevos quehaceres, no porque en mi pecho no nacieran flores o porque no tuviera hambre atrasada. Siempre tengo hambre; que tus ojos aparezcan en el horizonte no es más que una coincidencia. Dulce coincidencia.

No me veo en la necesidad de escribir sobre papel púrpura, es que me apetece pensar que puedo acariciar tus hombros y que no tengo que invitarte a desayunar. Ha sido mucho tiempo de equivocar certezas. Madalenas por amistad, cuentas corrientes como deseo y mucho respeto, aún, hasta ciegos de cerveza.

No puedo decir que no lo hubiera hecho, sobre todo si el escenario hubiera estado coronado de un telón de terciopelo rojo con poleas de cuerdas raídas. Mucho atrezo para el momento exacto y un largo beso que acabe en gemido. No puedo decir que me hubiera contenido, que hubiera esculpido estatuas con nuestros cuerpos de mármoles blanquecinos y miradas honestas. Con ideas educadas y lujuria contenida. No puedo afirmar que en el futuro no haya cambios: jugadores que vienen de fuera a un precio irrisorio y que aprovechan su experiencia para atacar rápido y certero. Robo, lanzo, corro, mato. Y mañana será otro día y volveremos a tomar café por las tardes.

No puedo asegurarlo y no lo hago... valga esta bandera para rendir mi abrazo.

No comments:

Post a Comment