Me da igual. Es mir Egal

Me da igual. Es mir egal. Que me empujes, que me pases por el lado, que me busques la espalda para venir luego a recibir. Me da igual.
Que lleves la camiseta limpia, el escote total y la colonia regalada. Que el pelo sea rubio, las intenciones oscuras y la decencia mínima. Me da igual. No me importa.
No es así como lo quiero. No voy a abrir el balón por esa banda y comenzaré otra vez con el portero si te quieres saltar una línea de juego.
No te voy a seguir. Me cerraré al comienzo de las curvas y me dejaré ir para abrirme después y echarte fuera. Me dan igual las sanciones. O que nos toquemos y salten chispas. No vas a sacar más de mí. Insisto. Esta no es mi carrera. No me apetece gastar sangre en regalarte palabras bonitas. No me ducho desde ayer y llevo agujeros en los pantalones.

Soy más de cerveza o güisqui sólo, nada de combinados de colores si no están a mitad de precio. Soy de follar en el servicio, si aquí no podemos hacerlo. Soy de mirarte a los ojos y ver dentro de tu corazón. Si es que tienes, si es que no esta helado. Si te importa más que lata fuerte a que lo haga rítmico. Si no, olvídalo. No me importa. Los ríos vienen rápidos y la pólvora aún no se me ha mojado. Es cuestión de atinar el disparo o soltar descargas a quemarropa. Otra vez, me da lo mismo.